martes, 25 de abril de 2017

Post - Liderazgo ( Autoestima )

AUTOESTIMA




Resultado de imagen para autoestima



Es la medida en que nosotros nos  valoramos. Algunas personas tienen un amor propio muy alto y otros una autoestima bastante baja.
El objetivo es contar con una autoestima adecuada, que no sea demasiado alta ni demasiado baja. Alguno que tiene una autoestima bastante alta puede tomar más riesgos en la vida, porque se sienten casi invencibles. Por el otro lado, las personas con autoestima baja no consiguen la suficiente motivación o impulso para realizar lo que desean.

¿Te quieres?
Me quiero como soy, con mis virtudes y mis defectos, mis cualidades y algunas que aún tengo que mejorar .Sé que dentro de mí, se encuentran todos los recursos que necesito para sobrevivir, tan solo tengo que descubrirlos y utilizarlos para poder desarrollar como persona

¿Te aceptas?
Me acepto, para así poder conocerme de la forma más sincera y sutil que puedo. Y así, poder buscar las soluciones , para que cada una de mis dificultades mejore , si es que se puede, sino acepto las posibilidades situaciones buscando opciones de aprendizaje.

¿Te valoras?
Me valoro como persona y también mis sueños, ilusiones, esperanzas y retos. Soy consciente de que todo forma parte de mi . Mis aciertos, pero también mis errores; quizás no podía hacerlo de otra manera debido a mis circunstancias, pero siempre puedo buscar alternativas si el momento  lo requiere.

¿Te das permiso para equivocarte?
 Sí , porque de los errores se aprende . Con lleva a tener lecciones de vida ya sea por experiencia propia nos enseña que todo ser humano no es perfecto en nosotros mejorar como persona y ser mejores cada día.

¿Te respetas?
 Me respeto, aún se que hay aspectos que no conozco de mí misma, pero estoy dispuesta a descubrirlos y a construirlos. Por ello, me cuido, me perdono y me permito disfrutar de mí misma.

¿Eres honesto contigo mismo y con los demás?
Me quiero, al igual que quiero todo aquello que sale de mí y lo que contengo, aunque haya veces que sea poco consciente.  Trato de poner en practica la confianza en mi entorno familiar , personal , laboral . 

martes, 18 de abril de 2017

Semana 01- Valores


Los tres niveles del desarrollo moral

Las categorías que Kohlberg utilizó para señalar el nivel de desarrollo moral son una manera de expresar las diferencias sustanciales que se dan en el modo de razonar de alguien a medida que va creciendo y aprendiendo. 
Estas 6 etapas se engloban en tres categorías más amplias: la fase pre-convencional, la convencional y la post-convencional.

1. fase pre-convencional

En la primera fase del desarrollo moral, que según Kohlberg suele durar hasta los 9 años, la persona juzga los acontecimientos según el modo en el que estos la afecten a ella.

Primera etapa: orientación a la obediencia y el castigo

En la primera etapa, el individuo solo piensa en las consecuencias inmediatas de sus acciones, evitando las experiencias desagradables vinculadas al castigo y buscando la satisfacción de las propias necesidades. 

Segunda etapa: orientación al interés propio

En la segunda etapa se empieza a pensar más allá del individuo, pero pero el egocentrismo sigue presente. Si en la fase anterior no se puede concebir que exista un dilema moral en sí porque solo existe un punto de vista, en este empieza a reconocerse la existencia de choques de intereses.
Ante este problema, las personas que se encuentran en esta fase optan por el relativismo y el individualismo, al no identificarse con valores colectivos: cada uno defiende lo suyo y obra en consecuencia. Se cree que, si se establecen acuerdos, estos deben ser respetados para no crear un contexto de inseguridad que perjudique a los individuos.

2. Fase convencional

La fase convencional suele ser la que define el pensamiento de los adolescentes y de muchos adultos. En ella, se tiene en cuenta la existencia tanto de una serie de intereses individuales como de una serie de convenciones sociales acerca de lo que es bueno y lo que es malo que ayuda a crear un "paraguas" ético colectivo.

Tercera etapa: orientación hacia el consenso

En la tercera etapa las acciones buenas están definidas por cómo repercuten sobre las relaciones que uno tiene con los demás. Por eso, las personas que se encuentran en la etapa de orientación hacia el consenso tratan de ser aceptadas por el resto y se esfuerzan por hacer que sus acciones encajen muy bien en el conjunto de reglas colectivas que definen lo que es bueno
Las acciones buenas y malas están definidas por los motivos que hay detrás de ellos y el modo en el que estas decisiones encajan en una serie de valores morales compartidos.

Cuarta etapa: orientación a la autoridad

En esta etapa de desarrollo moral, lo bueno y lo malo emana de una serie de normas que se perciben como algo separado de los individuos. El bien consiste en cumplir las normas, y el mal es incumplirlas. 
No cabe la posibilidad de actuar más allá de estas reglas, y la separación entre lo bueno y lo malo es tan definida como concretas sean las normas. Si en la etapa anterior el interés está puesto más bien en aquellas personas que se conocen y que pueden mostrar aprobación o rechazo por lo que hace uno, aquí el círculo ético es más amplio y engloba a todas aquellas persona sujetas a la ley.

3. Fase post-convencional

Las personas que se encuentran en esta fase tienen como referencia principios morales propios que, a pesar de no tener por qué coincidir con las normas establecidas, se apoyan tanto en valores colectivos como en libertades individuales, no en exclusivamente en el propio interés.

Etapa 5: orientación hacia el contrato social

La manera de razonamiento moral propia de esta etapa surge de una reflexión acerca de si las leyes y las normas son acertadas o no, es decir, si dan forma a una buena sociedad. 
Se piensa en el modo en el que la sociedad puede afectar a la calidad de vida de las personas, y se piensa también en el modo en el que las personas pueden cambiar las normas y las leyes cuando estas son disfuncionales. Es decir, que existe una visión muy global de los dilemas morales, al irse más allá de las reglas existentes y adoptar una posición teórica distanciada.

Etapa 6: orientación hacia los principios universales

El razonamiento moral que caracteriza a esta fase es muy abstracto, y se basa en la creación de principios morales universales que son diferentes a las leyes en sí mismas. Por ejemplo, se considera que cuando una ley es injusta, cambiarla debe ser una prioridad. Además, las decisiones no emanan de suposiciones acerca del contexto, sino de consideraciones categóricas basadas en los principios morales universales.